
«Lo bueno de trabajar de manera directa con el narrador de la historia es que tengo la libertad de incorporar elementos de estética y armonía que considero necesarios para embellecer cada obra. Ellos me cuentan su historia y yo la interpreto en una joya. Es un proceso que lo hacemos juntos hasta que llegamos al resultado que a todos nos complace.»
Jorge Landázuri



Bohemio
Deportista
Ya son 20 años de historia en al arte de la joyería.
Mi inclinación despertó con tan solo 15 años; tiempo en el que el metal, el fuego y la amalgama avivaron en mi la curiosidad de la transformación, la posibilidad de moldear, la maravilla de crear algo hermoso con mis manos. Sin barreras de tiempo o impedimentos de prejuicios sociales, inicié mi camino en un arte que es más que arte, que es belleza traída a la realidad, palpable, sublime y eterna.
Con el respaldo certero de mis progenitores, siguiendo el llamado de mi talento, me adentré una labor que no sabía que estaba hecha para mí. Dí mis primeros pasos en el taller del maestro PETETE TAPIA, quien me mostró como el fuego hace magia con el oro y la plata. Quedé perplejo con la suavidad del metal al calor de la llama y no me despegué de su encanto. Experimenté, me equivoqué, aprendí, me convertí en un maestro sin saberlo. Los años molderon mi arte, como mis manos han moldeado miles de piezas.
El tiempo en el arte me transformó experto: cada pieza fue una lección, un ensayo, un error, un éxito alcanzado, una obra de arte; el resultado de un aprendizaje ganado en la práctica, con las manos en obra, haciendo lo que me apasionaba hacer. Fallé varias veces, muchas otras repetí y repetí una pieza hasta que quedaba cómo debía quedar.
camino que estaba ahí para mi sin que yo lo supiera. El resultado de un trabajo incansable, de perfeccionamiento constante, de mejora continua. El resultado de una voluntad no calculada que construyó mi camino en el arte.
el resultado de un camino que estaba ahí para mi sin que yo lo supiera. El resultado de un trabajo incansable, de perfeccionamiento constante, de mejora continua. El resultado de una voluntad no calculada que construyó mi camino en el arte
Aprendí con
